Barrio San Martín se volcó a la calle para festejar los 97 años del «Cholo» Cardinali

Villa Constitución

por Alejandro Iuliani


El miércoles por la tarde, vecinos y vecinas de Barrio San Martín caminaron hacia la casa de Urbano Daniel “Cholo” Cardinali, en calle 23 de Septiembre casi San Martín, con globos de colores y una torta decorada con un colectivo. No era un cumpleaños cualquiera: celebraban los 97 años de un hombre que fue el primer chofer de transporte urbano de la ciudad, bicicletero y, sobre todo, un pilar de la comunidad.

El gesto, organizado por los propios vecinos, tuvo el sabor de los encuentros que se extrañan: abrazos, anécdotas y esa emoción que solo brota cuando la identidad de un barrio se encarna en una persona. “La verdad que estoy emocionado por la cantidad de vecinos que han venido”, dijo Cholo, rodeado de familiares, entre risas y alguna lágrima.

El colectivo, las bicicletas y la honestidad

La torta no fue un detalle casual. El colectivo sobre el fondant homenajeaba sus seis años al volante del primer servicio urbano de Villa Constitución, una época que recordó con orgullo: “Yo paraba en cualquier esquina si alguien me hacía señas. Para mí, lo importante era el servicio, no la recaudación”. Después vinieron otros dueños, “pero ellos pensaban en otras cosas”, dijo, con una sonrisa que delataba su filosofía: la vida se mide en gestos.

También hubo tiempo para hablar de su taller de bicicletas, primero en Empalme y después “sacando del apuro a medio barrio”, según contaron los vecinos. “Reparaba y hasta armaba algunas nuevas —explicó Cardinali—, pero tuve que dejar cuando las piernas ya no me respondían”. Hoy, un hijo y un nieto siguen el oficio.

Su historia en Barrio San Martín

Cholo recordó el momento en que llegó al Barrio San Martín. “Vine el 1° de febrero del ’59 y de acá no me moví nunca”, afirmó. En su voz resonaba el orgullo de quien construyó historia entre estas calles: la fosa donde reparaba de noche su colectivo, los lazos con los vecinos, los ocho hijos, 22 nietos y dos bisnietos que hoy lo abrazan.

—¿El secreto para llegar a los 97? —preguntó el periodista Tomás Herrera.
—La honestidad, el cariño a la gente y ser útil —respondió, sin dudar—. Si hacés las cosas bien, el destino te lleva adonde merecés.

El regalo fue el reencuentro

Los organizadores adelantaron que esta celebración es solo el inicio: “Queremos recuperar los espacios de encuentro, la identidad y la celebración de la vida”, dijeron. Ayer, bajo el sol de la tarde, ese propósito ya se cumplía. Entre el canto del “Feliz cumpleaños” y la entrega de la torta y los globos (cuatro celestes y cuatro rosas, por igual cantidad de hijos e hijas), Cholo miraba a su alrededor como si atesorara cada rostro. “La estoy pasando demasiado bien”, repitió.

Y no era para menos: el barrio entero le había dado el mejor regalo —el mismo que él sembró durante décadas—: la certeza de que el paso del tiempo no puede borrar el amor de una comunidad.