Los mercados financieros de Asia y Europa experimentaron caídas drásticas en las primeras horas del lunes, impulsadas por los temores a una guerra comercial global. Las bolsas de valores, los futuros y el petróleo fueron los sectores más afectados, y el impacto se extendió hasta las criptomonedas. Las pérdidas fueron incluso mayores que las registradas al final de la semana pasada, lo que llevó a los especialistas a referirse a esta jornada como un “lunes negro”.
En cuanto a Wall Street, la apertura de la bolsa estadounidense no trajo buenas noticias. Los principales índices comenzaron la jornada con fuertes descensos: el S&P 500 retrocedió un 3,5%, el Dow Jones bajó un 3,2%, y el Nasdaq perdió un 3,7%.
En Asia, las caídas fueron igualmente severas. La bolsa de Tokio sufrió una caída del 7,8%, mientras que Seúl cayó un 5,6%, Sídney un 4,2%, y Taiwán un alarmante 9,7%. Shanghái también cerró con pérdidas del 7,34%, y el índice Hang Seng de Hong Kong registró una caída del 13,22%, su peor resultado desde la crisis financiera asiática de 1997.
En Europa, la tendencia se replicó con índices que abrieron en caída libre, siguiendo el comportamiento de los mercados asiáticos. El índice de Frankfurt experimentó una caída del 6,5%, después de registrar pérdidas superiores al 10% en los primeros minutos de negociación. Por su parte, el CAC 40 de París bajó un 5,5%, el FTSE 100 de Londres perdió un 4,7% y el IBEX 35 de Madrid también cayó un 5,5%.
El desplome en los mercados está vinculado directamente a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a productos importados la semana pasada. Esta medida ha incrementado las tensiones comerciales a nivel global, provocando incertidumbre en los mercados financieros.
Lejos de calmar la situación, Trump se mostró desafiante. En su red social Truth Social, afirmó que otros países se habían “aprovechado del viejo y bueno Estados Unidos” y culpó a antiguos líderes de permitir esta situación. El presidente defendió sus aranceles como una medida necesaria para equilibrar el comercio global y reconstruir la manufactura nacional, señalando a China como el “mayor abusador de todos”.
En un mensaje posterior, Trump instó a su país a mantener una postura firme: “¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos! ¡No sean unos ‘PANICAN’! Sean fuertes, valientes y pacientes, ¡y la GRANDEZA será el resultado!”.