En esa zona se registra el 97% de los contagios y se duplicaron los fallecidos en 20 días. “Vamos a volver a cerrar el AMBA para reducir la circulación de personas”, dijo el presidente Alberto Fernández. La asistencia a través de ATP e IFE sólo seguirá en esa zona.
El presidente Alberto Fernández anunció este viernes un endurecimiento de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde el miércoles 1 de julio hasta el 17 y pidió a la población que “solo deben salir de su casa para buscar provisiones”.
Fernández anunció que “se va a aislar el AMBA para reducir la circulación” y por ende los contagios y la ocupación de camas”, y afirmó que el transporte público “será limitado exclusivamente a los servicios esenciales, que son 24”, en un mensaje grabado desde la residencia de Olivos junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Recalcó que el epicentro de los contagios por coronavirus “está en el AMBA y otro con menor incidencia en Chaco”, y asumió que “el área metropolitana está contagiando al resto de las áreas del país”. Por ese motivo, indicó el mandatario, es necesario “aislar al AMBA del resto del país”.
En este marco, adelantó también que el ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se otorgará “por tercera vez en AMBA, Chaco y alguna otra zona que entendamos que necesita”.
Al justificar la medida, subrayó que “los casos de coronavirus aumentaron exponencialmente y a una gran velocidad” en el AMBA, y aseguró que se necesita “ganar tiempo para parar el ritmo de contagio para que los argentinos tengan la atención que merecen”.
Asumió que “uno de cada cinco argentinos no está conforme con el aislamiento” pero señaló que llegó la pandemia y “uno no sabe cuándo acaba de derrotarlo” al virus.
Recalcó, además, que todo el esfuerzo que se hizo en este tiempo “no fue inútil” porque “hubiese sido peor”, y enumeró los avances realizados en este tiempo “con mucho esfuerzo” de Nación, Ciudad y Provincia para que hoy el sistema sanitario esté preparado para la cantidad de casos que hoy se registran. No obstante, lamentó el “trágico número de 1.000 muertes”.
Insistió luego en que los argentinos “deben enojarse con la pandemia, no con el remedio”, en referencia al aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige desde el 20 de marzo, y sostuvo que “lo que no se debe permitir es el aumento de casos” de coronavirus.
Añadió que, “si la Argentina hubiese seguido el ritmo de Brasil, hoy tendría 10.000 muertos”, ya que el vecino país tiene 50.000 muertos, con cinco veces la cantidad de habitantes que la Argentina.