En los últimos años, las estafas virtuales crecieron exponencialmente en Argentina, aprovechando la digitalización de servicios financieros y la falta de conocimiento de muchos usuarios sobre los riesgos en línea. La abogada María Florencia Suárez, especialista en Derecho Informático, analizó en profundidad este fenómeno durante una entrevista en el programa «Mientras Tanto» de Radio X (90.3 FM / Villa Constitución), donde detalló las modalidades más comunes, los encuadres legales y las estrategias para prevenir y actuar ante estos delitos.
Suárez señaló que, aunque ya se registraban casos aislados desde 2019, la pandemia aceleró el uso de plataformas digitales y, con ello, las oportunidades para los ciberdelincuentes. Uno de los primeros métodos detectados fue el hackeo de cuentas bancarias para solicitar préstamos online sin autorización del titular.
“Los delincuentes accedían a las cuentas, solicitaban un préstamo con un solo clic y transferían el dinero a cuentas propias. La víctima no solo perdía sus ahorros, sino que además quedaba endeudada con el banco”, explicó.
Frente a esto, abogados de todo el país impulsaron medidas cautelares y juicios por daños y perjuicios, argumentando que los bancos incumplían con sus deberes de seguridad. Esto llevó a que el Banco Central emitiera una resolución que obliga a las entidades financieras a dar de baja los préstamos fraudulentos cuando el afectado presenta una denuncia penal.
Modalidades de estafa más frecuentes
- Préstamos fraudulentos
Los ciberdelincuentes utilizan plataformas de préstamos online en entidades no bancarias, con mínimos requisitos de verificación. En muchos casos, engañan a las víctimas para que compartan su CBU, luego solicitan un crédito a nombre de la persona y transfieren el dinero a otra cuenta.
“Te llaman diciendo que te depositaron por error y te piden que lo devuelvas. La víctima, de buena fe, transfiere el dinero, pero después descubre que ese monto era un préstamo a su nombre”, advirtió Suárez.
- Phishing y suplantación de identidad
Otra modalidad es el secuestro de WhatsApp (WhatsApp Takeover), donde los estafadores envían un enlace malicioso para robar las credenciales de la víctima. Una vez que acceden, suplantan su identidad para pedir dinero a sus contactos.
“Lo principal es llamar por teléfono a la persona para confirmar si realmente envió esos mensajes. La suplantación de identidad no es un delito penal en Argentina, pero se puede denunciar como contravención”, aclaró la abogada.
- Engaños por Marketplace y transferencias falsas
Muchos estafadores operan a través de Marketplace de Facebook, ofreciendo comprar productos y solicitando el CBU para realizar un pago. En realidad, utilizan ese dato para vincularlo a un préstamo fraudulento.
“Nunca hay que compartir el CBU con desconocidos. Si alguien te pide datos bancarios para una compra, es una señal de alerta”, remarcó.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Suárez destacó que los adultos mayores son uno de los principales objetivos, ya que muchos no están familiarizados con las operaciones digitales. Sin embargo, también hay casos donde personas más jóvenes caen en engaños sofisticados.
“Hay jueces que consideran que si el usuario brindó sus claves, tiene responsabilidad. Pero yo sostengo que los bancos deben garantizar sistemas seguros. Si hay un defecto en su plataforma, la responsabilidad es de ellos”, afirmó.
Cómo protegerse: recomendaciones clave
- No interactuar con desconocidos que pidan datos personales o bancarios.
- No compartir CBU, claves o códigos de seguridad (token).
- Verificar siempre la identidad de quien contacta, especialmente si pide dinero.
- No hacer transferencias sin confirmar previamente con la persona involucrada.
- Denunciar inmediatamente en el Centro Territorial de Denuncias más cercano.
El caso de las criptomonedas y el “rug pull”
Suárez también abordó el auge de las estafas con criptomonedas, como el reciente caso de $Libra, vinculado al presidente Javier Milei. “Cuando una figura pública promociona un memecoin (criptomoneda sin respaldo), genera confianza en los inversores. Si luego los creadores desaparecen con el dinero, es una estafa conocida como rug pull”, explicó.
En Estados Unidos ya hay antecedentes de condenas por este delito, y recientemente se presentó una demanda en Nueva York contra los responsables de $Libra.
La importancia de la prevención y la justicia
Las estafas digitales son un problema creciente, pero la educación y la denuncia son herramientas clave para combatirlas. Como señaló Suárez, “la mejor prevención es no caer en la trampa: si algo parece sospechoso, lo mejor es cortar la comunicación”.
Mientras tanto, los fallos judiciales y las regulaciones del Banco Central marcan un camino para proteger a los usuarios. Pero el desafío sigue siendo grande: la delincuencia digital evoluciona, y la justicia debe hacerlo también.
¿Fuiste víctima de una estafa digital?
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