UOM advierte que «se está generando la tormenta perfecta para un conflicto largo»

Villa Constitución

La Seccional Villa Constitución alerta sobre un escenario crítico en las plantas de Acindar, Tenaris y Laminados Industriales. Con caídas drásticas en la producción, personal suspendido y un mercado interno debilitado por la paralización de la obra pública, el sector siderúrgico enfrenta su peor momento. A esto se suma la incertidumbre por la liberación de importaciones y la falta de protección a la industria local.

El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Seccional Villa Constitución, Pablo “Piparra” González, encendió las alarmas al afirmar que «se está generando la tormenta perfecta para que haya un conflicto largo» en el sector siderúrgico. Durante una entrevista en el programa “Entrando en órbita”, conducido por Osvaldo Medina en Radio Halley de Santa Fe, el dirigente metalúrgico detalló el complejo panorama que atraviesan las principales plantas de la ciudad: ArcelorMittal Acindar, TenarisSiat y Laminados Industriales.

La situación, según explicó, es consecuencia de las políticas anunciadas por el gobierno nacional a inicios de 2024, que incluyeron el cierre definitivo de la obra pública y un enfriamiento general de la economía. Esto impactó directamente en la producción y en las ventas de las empresas siderúrgicas, especialmente aquellas dedicadas al hierro de construcción. «Acindar, que en condiciones normales debería fabricar 1.200.000 toneladas anuales, el año pasado produjo solo 664.000 toneladas», reveló González.

Actualmente, la planta de Acindar opera a media capacidad, con solo uno de sus dos hornos funcionando en cuatro turnos. Esto llevó a la empresa a negociar suspensiones rotativas con los trabajadores. «Hoy tenemos entre 60 y 70 suspensiones, pero si se cierra uno de los trenes laminadores, podríamos llegar a 200», advirtió el dirigente.

Además, señaló que la situación se extiende a otras plantas: Laminados Industriales, que no tiene producción asegurada hasta abril; y TenarisSiat, que ya redujo su personal de 150 a 110 trabajadores. «Esta última también lleva adelante un proceso de suspensiones y nos acaban de avisar que van a estar trabajando una semana por mes de acá hasta mitad de año, por lo menos», reveló Pablo González, y agregó: «Este escenario es el peor de todos. Y se puede agravar. No es lo preocupante que hoy sea malo, sino que se puede agravar».

El sindicalista también expresó su preocupación por la falta de protección a la industria local frente a las importaciones. «Con la liberación de importaciones que plantea el gobierno, podríamos enfrentar una amenaza similar a la que cerró la acería de Huachipato en Chile», alertó. Además, criticó la falta de avances en las negociaciones paritarias, que mantienen los salarios de los trabajadores congelados desde junio del año pasado.

«Estamos navegando en aguas muy turbias», afirmó González, quien no descartó la posibilidad de un conflicto laboral prolongado si la situación no mejora. «Les digo a los compañeros que se preparen para un conflicto como el del ’91», sostuvo, en referencia a una de las huelgas más emblemáticas del sector.

En este contexto, la UOM busca despejar dudas y evitar la desinformación. «Algunos medios hablan de 700 suspensiones, pero no es así. Son 980 trabajadores afectados de manera rotativa», aclaró González. Sin embargo, reconoció que el impacto económico en la región ya es significativo, afectando no solo a las plantas sino también a los talleres metalúrgicos que dependen de ellas.

El escenario, según el dirigente, es el peor posible y podría agravarse en los próximos meses. «Lo más preocupante es lo que puede venir», concluyó, dejando en claro que la incertidumbre y la tensión marcan el rumbo de un sector clave para la economía de nuestra región.