La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Cámara Argentina del Acero volvieron a reunirse este jueves, en un intento por destrabar las negociaciones paritarias para los trabajadores de la Rama 21. Sin embargo, tras siete meses de discusiones infructuosas, no se alcanzó un acuerdo, y las partes acordaron un nuevo encuentro para el próximo 23 de enero.
El sindicato, liderado por Abel Furlán, mantiene su demanda de incrementos salariales mensuales retroactivos: 4% para julio y agosto, y 3% para septiembre y octubre. Por su parte, las empresas del sector, entre las que se destacan Ternium, Acindar y Tenaris, ofrecen un aumento uniforme del 2% mensual. Esta diferencia es el principal obstáculo para alcanzar un consenso.
La situación se agrava en un contexto de crisis en la industria siderúrgica, caracterizada por una caída en la demanda y la apertura de importaciones. Estas condiciones llevaron a reducciones en la producción, suspensiones, retiros voluntarios y despidos de trabajadores. Las empresas argumentan que estas dificultades económicas limitan su capacidad para otorgar aumentos salariales más elevados.
Desde la UOM, se insiste en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, que fue duramente golpeado por la inflación acumulada desde julio de 2024.
La próxima reunión, programada para el 23 de enero, será crucial para determinar el curso de las negociaciones. Si no se logra un acuerdo, es probable que la organización sindical intensifique las medidas de fuerza en las plantas siderúrgicas, lo que podría afectar aún más a una industria ya golpeada por la crisis.
La prolongación de este conflicto genera incertidumbre tanto para los trabajadores como para las empresas, en un sector clave para la economía nacional.
