Reanudación de la paritaria siderúrgica: expectativas y tensiones en la UOM

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Los trabajadores aguardan la reunión del 9 de enero con expectativas moderadas, conscientes de que esta negociación podría marcar un punto de inflexión y el inicio de una nueva etapa en el plan de lucha.

El próximo jueves, representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y de las cámaras empresariales de la Rama 21, correspondiente a la industria siderúrgica, retomarán las negociaciones paritarias en un contexto de creciente tensión. Este encuentro busca destrabar un prolongado conflicto salarial que mantiene en vilo a trabajadores del sector.

La paritaria, que se había suspendido tras varios intentos fallidos de acuerdo, adquiere un carácter crucial al ser la primera reunión del año con la esperanza de alcanzar un consenso. Cabe recordar que las discusiones anteriores se vieron marcadas por fuertes desencuentros en torno a los porcentajes de aumento propuestos, lo que derivó en un malestar generalizado entre los afiliados a la UOM.

Desde el sindicato, señalan que las demandas de los trabajadores están fundamentadas en la necesidad de recomponer el poder adquisitivo frente a la inflación. Sin embargo, las cámaras empresariales manifiestan dificultades para cumplir con las exigencias salariales debido a los costos crecientes y el desafiante contexto económico que atraviesa el sector.

Uno de los puntos de mayor fricción fue la intervención del Gobierno Nacional en las negociaciones. Fuentes gremiales expresaron su descontento por la anulación de acuerdos preliminares en tres ocasiones durante el 2024, lo que generó malestar y un clima de incertidumbre entre los trabajadores. Este escenario complejiza la posibilidad de un entendimiento, aunque ambas partes se muestran dispuestas a avanzar en el diálogo.

Expectativas y posibles escenarios

En declaraciones recientes, voceros de la UOM subrayaron la importancia de alcanzar un acuerdo que contemple incrementos salariales justos y condiciones laborales dignas. Además, insistieron en que la resolución del conflicto impactará directamente en el ánimo y la productividad de los trabajadores siderúrgicos, quienes constituyen una pieza clave para el desarrollo industrial del país.

Por su parte, desde el ámbito empresarial, señalan que un acuerdo viable debe considerar también la sustentabilidad de las empresas, especialmente en un contexto en el que la demanda de acero sigue mostrado signos de desaceleración.