El médico Damián Verzeñassi, a cargo del Instituto de Salud Socioambiental de la UNR, dio detalles de las afecciones producto del fuego en el Delta del Paraná.
El 2025 inauguró con nuevos incendios en el Delta del Paraná, tanto en la zona conocida como Las Maravillas, en el río Paraná Pavón, como también frente a Granadero Baigorria y Capitán Bermúdez, con numerosas hectáreas afectadas.
Pasaron tres años del mayor ecocidio que se recuerde en la zona. Sin embargo, la tendencia continuó replicándose, en menor medida, como parte de un modelo de producción que favorece la maximización de la rentabilidad por sobre la salud socioambiental que sigue provocando que se agrave la crisis socioambiental en nuestra región.
Damián Verzeñassi, director de Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), expresó: “Estamos respirando un aire que está cargado con partículas que no solamente impactan en nuestros pulmones, en nuestras vías respiratorias y las inflaman, sino que además viene acompañado de químicos que incorporados en nuestros torrentes sanguíneos nos generan problemas de salud”.
El médico de la UNR, impulsor de la investigación “La vida hecha humo”, que se erige como de los trabajos más serios de la comunidad científica con respecto a las consecuencias del aire contaminado en la región, indicó: “A nivel endocrino, el humo genera trastornos en los sistemas del sueño”. Y destacó que, “si tenemos menos oxigeno tenemos menos posibilidad de descansar, se alteran nuestros ritmos circadianos y de esa manera lo que se genera es un aumento en los niveles de estrés. Esto lo que hace es que nuestra sociedad, nuestra ciudadanía, se vuelva más irritable, y esa mayor irritación se traduce en mayores índices de violencia”.
Luego enumeró una serie de implicancias explicitas durante los días en que el aire está más contaminado: “Un aire cargado de sustancias químicas y partículas en suspensión que no nos permiten oxigenarnos correctamente incrementa los problemas de salud cardiorrespiratorios, pero sobre todo cardíacos, aumentando los infartos y los problemas de insuficiencia cardíaca, nos generan problemas a nivel oftalmológico y dermatológico, esto lo conocemos todos, pero lo que no estamos muy en condiciones de asimilar es la información respecto del daño genético que genera el estar respirando aire con este tipo de partículas y de sustancias químicas”.
Entre las afecciones más frecuentes se encuentran la conjuntivitis, rinitis, sangrado nasal, epistaxis, llagas en la mucosa bucal, agitación, ahogamiento, sofocación, congestión, taquicardia, inflamación de ganglios, dificultad severa para respirar, insuficiencia respiratoria, broncoespasmo, disnea, neumonía intersticial, problemas cardíacos, dolor de cabeza, náuseas, mareos, cefaleas, vómitos, malestar general, falta de oxígeno, hipertensión arterial, alergias dermatológicas y seborreas, malestar gástrico, tristeza, angustia, cambios de humor, ataques de pánico, entre otras.
Existen estudios, según Verzeñassi, que demuestran “que las mujeres que, estando embarazadas, respiran aires cargados de partículas químicas en suspensión, lo que hace es generar menos irrigación y menos oxigenación en sus niños y niñas en gestación. Esto implica, aumentos en los nacimientos prematuros, aumentos de los nacimientos con niños y niñas de bajo peso y aumento de riesgo de aborto espontáneo. También hay estudios que hablan de la cronificación de las enfermedades respiratorias”.
“Un rasgo distintivo que parece despertar a las autoridades provinciales es el humo: Cuando cruza los límites geográficos de los territorios en llamas para generar estragos en las poblaciones urbanas a través del aire contaminado, ahí parece cobrar interés público”, criticó Verzeñassi, quien además hizo un llamado a discutir el modelo de producción “porque algunos apoyan, votan y promueven políticas públicas que favorecen el ecocidio y el saque de nuestros bienes comunes como pasó hace algunos días con la adhesión de Santa Fe al RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) pero luego quieren culpar a los kayakistas de las crisis climáticas que sufre nuestro territorio”.