«La puerta giratoria del Poder Judicial es impunidad, y la impunidad mata»

La Provincia

El juez federal de Reconquista, Dr. Aldo Alurralde, pidió a los magistrados de la Justicia Penal que trabajen con perspectiva de víctima.

En declaraciones a Radio HOY, el juez federal de Reconquista, Dr. Aldo Alurralde, dejó su mirada sobre el funcionamiento actual de la Justicia. “La puerta giratoria del poder judicial termina configurando una especie de impunidad. Y la impunidad mata”, sentenció, para luego afirmar que “a los jueces no les tiene que temblar la mano para disponer una prisión preventiva cuando encuentra las causales que la habilitan”.

Alurralde observa viento a favor en los actuales gobiernos de Nación y Provincia para materializar cambios positivos. “Hay muchas medidas positivas que están en curso y hay muchas medidas positivas que se están aplicando”, opinó.

Luego ponderó agravar lo que ahora llaman la “reiterancia” delictiva y la decisión del Gobierno nacional (ya publicada en el Boletín Oficial y vigente desde el 18 de diciembre de 2024) que establece “la obligatoriedad para todos los internos alojados en el Servicio Penitenciario Federal, de participar en las tareas de mantenimiento, limpieza, aseo e higiene de los espacios propios y comunes de los establecimientos penitenciarios, y sin remuneración”. En este sentido, el Dr. Alurralde expresó que no duda que el preso debe limpiar su celda. “Es lo mínimo que se le puede exigir. Eso también genera hábitos de conducta. Todas esas medidas son positivas y hubieran sido imposibles llevar adelante unos años atrás”, señaló.

Consultado si constituyen “abolicionismo” los hechos delictivos, las figuras y agravantes que descartan los fiscales de la provincia de Santa Fe para alcanzar acuerdos de condena en procedimientos abreviados, respondió: “No sé si abolicionismo. Yo no estoy en la cabeza de estos jueces, pero sí yo creo que tal vez haya un criterio que ha estado hace muchos años en la formación también jurídica, de decir pobrecito el delincuente”; a lo que agregó: “Pobrecita la víctima también”.

Y remarcó: “No sólo hay que tener perspectiva respecto de las garantías y derechos que tiene la persona que ha cometido un delito, sino que también hay que pensar y tener perspectiva de víctima, porque no puede ser que las víctimas estén encerradas con miedo en sus domicilios, con barrotes, mientras que los delincuentes puedan estar sueltos”.

Luego consideró que, si el Poder Judicial “no genera sensación de riesgo, si no hay una condena, si no hay algo que verdaderamente les permita reflexionar, o enmendar, o cambiar el rumbo de su vida, no lo van a cambiar, porque saben que inmediatamente que son detenidos al otro día van a quedar libres”.

En otro momento de la entrevista reflexionó que cuando la persona está privada de la libertad, se acuerda de absolutamente todo, de que está enferma, de que tiene familia, de que tiene tal o cual necesidad; y por todo eso demanda todo el tiempo audiencias, sobrecargando de trabajo al Poder Judicial; y que los magistrados deben “ponerle límites”. Comentó que él llegó a decirle a detenidos y a familiares: ¿Qué parte de que cometió un delito usted no entendió?

Recordó el caso de un preso que pidió para ir al acto escolar de la hija, a quien le contestó: “No. Usted está privado de la libertad, señor. Usted cometió un delito y está privado de libertad para garantías de la sociedad. Yo no puedo sobrecargar a la fuerza de seguridad que vaya, que estén, que lo trasladen y todo lo demás”.

Para el Dr. Alurralde, la conducta del magistrado es fundamental para ponerle freno a los excesivos pedidos de audiencia para pedir excarcelaciones. Indicó que los planteos aumentan o disminuyen según el criterio del magistrado. Los defensores lo saben. Cree que por eso en su Juzgado esos pedidos se han reducido, porque saben de su criterio sobre la prisión preventiva. Como anécdota, recordó que cuando se hizo cargo del Juzgado Federal de Reconquista, le plantearon cerca de 70 pedidos de excarcelaciones. “Querían saber mi criterio”, opinó. Y parece que todos los defensores lo tienen claro ahora: no hay que pedir excarcelaciones sin fundamentos, solo por el paso del tiempo. “Si los fundamentos no han variado, no hay ningún motivo como para volver a replantear lo mismo”.

En un mensaje a sus colegas jueces, Alurralde pidió públicamente que tengan “perspectiva de víctima”, que piensen en las víctimas, en la potencialidad del daño, en cómo se puede sentir una víctima cuando ve que quien cometió el delito al otro día está libre, que “no es solamente tener en cuenta el debido proceso, sino también el proceso justo. Y el proceso justo también es para la víctima. El proceso está pensado para la averiguación de la verdad y para la tutela de todas las partes, no de una sola”.

También hizo referencia al desnivel de representación. Mientras que la víctima normalmente solo tiene al fiscal, el imputado tiene hasta cantidad en demasía de abogados. “El juez tiene que ver absolutamente eso”, recomendó. También les pidió que escuchen y apliquen el sentido común, porque “el derecho es sentido común”.