Los microbasurales siguen proliferando en diferentes puntos de Villa Constitución, configurándose como una problemática de alto impacto ambiental y sanitario que afecta a toda la población. Estos focos de contaminación, originados por quienes arrojan residuos irresponsablemente, se han convertido en una constante en caminos rurales cercanos al casco urbano, calles de tierra y barrios periféricos.
La situación es alarmante. En numerosos sitios se observan cúmulos de basura que incluyen restos de pollo, panificados y otros desechos que suelen ser generados por particulares o incluso por grandes generadores. Esta práctica no solo degrada el entorno, sino que también representa un riesgo para la salud pública, al propiciar la proliferación de roedores, insectos y microorganismos patógenos.
En muchos casos, son los propios vecinos quienes depositan residuos en lugares no autorizados, pese a la existencia de alternativas como los puntos de recolección formal o la propia recolección domiciliaria, cuyo servicio es prestado con efectividad por una empresa privada. Este comportamiento refleja la necesidad de intensificar campañas de concienciación y promover un cambio cultural respecto al manejo de los desechos.
El rol del municipio: una respuesta insuficiente
A pesar de los esfuerzos del Municipio de Villa Constitución por contener el problema, la presencia de microbasurales continúa extendiéndose. Falta de controles efectivos, escasas sanciones y la insuficiencia de recursos destinados a prevención parecen ser factores que dificultan una solución definitiva.
Los vecinalistas reclaman respuestas, ya que entienden que este escenario exige medidas más contundentes. Entre otras cosas, solicitan que se implemente un sistema integral que combine educación ambiental, fiscalización estricta y sanciones ejemplares para quienes incumplen las normativas. Además, señalan que es fundamental fomentar la participación ciudadana para erradicar estas prácticas y construir una ciudad más limpia y saludable.
El impacto de los microbasurales trasciende lo estético: comprometen la calidad del aire, el suelo y el agua, afectando de manera directa a la salud de las personas y la biodiversidad. La acumulación de desechos es también un símbolo de la falta de responsabilidad colectiva y del desinterés por el bienestar común.
IMAGEN:
Basura en la continuación de calle San Luis, entre San Lorenzo (Barrio Amelong) y el desvío de camiones Tte. Ramos.