Especialistas de Geografía de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) construyen los mapas de la actualidad. “Georreferenciar la información de la epidemia permite analizar la realidad departamento por departamento y localidad por localidad”, explican.
La agenda de Salud pública en Santa Fe se debate entre la amenaza global del COVID-19 y un nuevo brote de dengue que presenta características particulares. Dos amenazas que coexisten en un mismo territorio. Desde la Universidad Nacional del Litoral (UNL), especialistas de Geografía analizaron la información oficial disponible sobre el actual brote epidémico de dengue en la provincia de Santa Fe para construir una multiplicidad de mapas que permiten indagar en la espacialidad de la problemática.
En este sentido, los especialistas de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) desarrollaron un informe sobre los datos de la temporada actual (2019-2020) atendiendo dos tipos de unidades territoriales: departamentos y distritos.
Al analizar los casos confirmados de dengue en función de los departamentos y los distritos, se construyeron tres tipos de mapas: distribución de casos, incidencia por cada 10.000 habitantes y variación relativa entre las semanas epidemiológicas 15 y 18. Esto dio por resultado un total de seis mapas que sintetizan y comunican el actual escenario provincial.
Los docentes e investigadores Gustavo Peretti y Javier Gómez, ambos de la FHUC, son los autores del informe y destacaron las asimetrías territoriales que presentan los casos de dengue del actual brote. “Los análisis nos permitieron identificar ‘focos’ de la epidemia, pero al mismo tiempo, otras porciones del territorio santafesino, prácticamente están exentas de dengue”, subrayaron.
Los mapas confeccionados reflejan la concentración de casos en General Obligado, Rosario y Castellanos. Destaca del análisis por distrito, por ejemplo Villa Trinidad donde se registra una elevada tasa de incidencia, al considerar la cantidad de casos cada 10.000 habitantes.
Matriz espacial
Pensar la espacialidad de un brote epidémico es una búsqueda por identificar la matriz espacial del fenómeno. “A partir de exploraciones que van indicando que ciertas variables no se distribuyen de manera homogénea en el territorio, puede generar el interés de identificar y analizar cuáles son los territorios más involucrados en cierta problemática y cuales son más periféricos”, detallaron los geógrafos.
En el caso del dengue, existen características de las áreas que se vinculan con la posibilidad de ocurrencia de casos, esto es particularmente relevante en brotes como el actual con predominio de casos autóctonos. “Conocer los territorios de mayor afectación e identificarlos claramente brinda la posibilidad de articular con otros factores que puedan paliar o controlar su desarrollo, avanzando en el diseño de una política de salud adecuada a las particularidades de cada ámbito”, subrayaron los especialistas.
Mapas para conocer
“Los mapas, y en la actualidad los sistemas de información geográfica, son muy útiles para poder analizar, expresar, mapear y hacer visuales fenómenos que a veces están expresadas de otra manera. Suelen ser una forma sintética y a veces relevante de expresar problemáticas”, detalló Gómez.
“Como geógrafos, consideramos que los mapas deben ser analizados en el contexto de lo que incluye -de su especificidad- pero al mismo tiempo, tener en cuenta que no nos dicen todo, sino que pueden ser el puntapié inicial para ser completado con otras miradas, otras variables y puntos de vista”, destacaron los autores del informe.