En los últimos años se multiplicaron las experiencias de organización para otro modelo agropecuario, pero en la provincia siguen prevaleciendo las prácticas convencionales y apenas el 32% de los establecimientos hortícolas se encuentra “en transición a las buenas prácticas agrícolas”.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó este año un censo de la producción hortícola en la provincia de Santa Fe. El objetivo principal del trabajo fue relevar la población de productores, así como sus variables de producción y comercialización, en las principales zonas hortícolas de este distrito.
Con un total de 595 productores, la superficie dedicada a horticultura es de 7.221 hectáreas en los cinturones verdes de Reconquista, de la ciudad de Santa Fe y de Rosario, siendo la superficie promedio por establecimiento hortícola de 10,8 hectáreas. La mano de obra es familiar en un 33 por ciento. En cuanto a la modalidad de producción, un 64 por ciento es convencional, un 32 por ciento está “en transición a las buenas prácticas agrícolas” y un 1,1 por ciento se cultiva de forma agroecológica.
El censo determinó que las mayores superficies de cultivos están distribuidas de la siguiente manera: zanahoria el 17,9 por ciento, batata el 13 por ciento, choclo el 12,9 por ciento, papa el 12,3 por ciento, lechuga el 5,6; perejil el 4 por ciento; acelga el 3,8 por ciento y zapallito el 3,7 por ciento.
Con respecto a la comercialización, el informe señala que en el centro y sur de la provincia de Santa Fe predomina la venta a través de canales mayoristas. En el caso del norte, el canal minorista es preponderante.
María Cristina Mondino, investigadora del INTA Arroyo Seco, consideró que “contar con este tipo de información es útil para contribuir a la toma de decisiones en los ámbitos de desarrollo político y económico, no solo a nivel zonal sino también regional”.
El relevamiento
La encuesta utilizada en este censo fue realizada entre profesionales del INTA y la Cátedra de Horticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, y comprendió datos del productor, registros, superficie por departamento, actividad desarrollada, tecnología utilizada, tipo de riego, maquinaria, mano de obra, manejo de productos, instalaciones y destino de la producción, entre otros.
“Para llevar a cabo el relevamiento se invitó a participar a las distintas Instituciones del medio como mercados concentradores, comunas y municipios, cooperativas, etc. Las mismas brindaron su colaboración a través de sus profesionales que se desempeñaron como censistas en cada zona”, explicó Mondino.
Una vez que la encuesta fue consensuada y se identificaron los profesionales de las distintas instituciones, se brindó una capacitación a los mismos para su utilización con un criterio común. “Se realizó el censo a todos aquellos productores que incluían la producción de hortalizas en su sistema productivo, con destino de la comercialización en cualquiera de sus modalidades”, dijo la investigadora.