Al menos 35 personas fueron atacadas por palometas este fin de semana. Según los expertos, las altas temperaturas hacen que estos peces se acerquen a la orilla.
Entre el viernes y el domingo, 35 personas fueron atacadas por palometas en la laguna Setúbal, en la ciudad de Santa Fe, una zona costera que no fue habilitada como balneario debido a la bajante del río Paraná, una de las peores en los últimos cuarenta años.
Al parecer, la presencia de estos peces carnívoros en las costas se debe a las altas temperaturas, que hacen que los animales se acerquen más a las orillas. Para evitar que haya más heridos, los guardavidas colocaron banderas rojas en las playas de la Costanera Este, aunque está prohibido bañarse en esa zona.
Las víctimas presentaron heridas en pies y manos, aunque ninguna fue de gravedad y todos recibieron el alta en el día.
La bajante en el río Paraná, además, genera que el agua de las costas tenga una elevada presencia de microorganismos, por lo que no está habilitada para bañarse. De hecho, en la ciudad de Santa Fe los únicos balnearios habilitados son los piletones de los parques Garay y Sur.
Los análisis bacteriológicos que se realizaron en la laguna Setúbal arrojaron resultados negativos para el uso recreativo debido a la floración de microorganismos, como las cianobacterias -microalgas-, que pueden generar cierta toxicidad en el agua. Al estar en contacto con la piel o en caso de ingestión, pueden resultar perjudiciales para la salud de los bañistas y guardavidas. La bajante del río influyó en esta situación porque hay un menor poder de “dilución”.