Es una problemática “importante al nivel de mortalidad”, advierten desde la Sociedad Argentina de Infectología. Se calcula que para 2050 la resistencia a estos medicamentos puede convertirse en la primera causa de muerte en todo el mundo, superando al cáncer.
Días atrás se votó en la Cámara de Diputados por 199 votos afirmativos y 1 negativo, el proyecto de Ley de prevención y control de la resistencia a los antimicrobianos, el cual pasa a ser tratado en la Cámara de Senadores.
En el marco de esta ley se entiende por Resistencia antimicrobiana (RAM) al proceso por el cual un microorganismo deja de ser afectado por un antimicrobiano al que anteriormente era sensible, esto como consecuencia de la capacidad de ciertos microorganismos de neutralizar el efecto de los medicamentos.
Pablo Scapelatto, médico infectólogo de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó que “la resistencia antimicrobiana es un problema de salud pública que está siendo cada vez más importante, se trata del hecho por el cual los gérmenes, particularmente las bacterias, van tornándose resistentes a las drogas que tenemos para tratarla”, y agregó que “esto evoluciona de un modo mucho más acelerado que la forma en la que evoluciona nuestra capacidad por desarrollar drogas nuevas, por lo tanto, nos estamos quedando sin antibióticos, sin drogas para tratar las infecciones”.
“La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2050, las infecciones producidas por gérmenes resistentes van a ser la primera causa de muerte en el mundo, mucho más importante que los accidentes de tránsito, los tumores, las enfermedades degenerativas y las enfermedades cardiovasculares, así que es un problema sobre el cual tenemos que trabajar de modo muy enérgico y tomar conciencia todos de que tenemos una cuota parte de responsabilidad en la solución de esta problemática”, afirmó Scapelatto.
Finalmente, el infectólogo destacó la ley para controlar la resistencia antimicrobiana, al considerarla como “una herramienta muy importante para poder trabajar en este problema de salud pública, ya que pone regulaciones para la venta de antimicrobianos, nos pone en la necesidad de trabajar en el control de las infecciones y del uso de los antimicrobianos en las instituciones y en la necesidad de desarrollar programas para la investigación y el desarrollo de soluciones para esta problemática”.