El despido de un ex delegado de planta generó la reacción de la Comisión Interna y de los delegados, quienes convocaron a un paro de actividades de 16 horas (dos turnos) exigiendo la reincorporación del trabajador despedido y el fin de la persecución sindical dentro del establecimiento.
La empresa, que fuera propiedad de la familia Acevedo y tuvo como CEO a José Alfredo Martínez de Hoz, comprada por la brasilera Belgo Mineira a principios de este siglo, hoy pertenece al conglomerado ArcelorMittal, sigue reproduciendo las viejas prácticas antisindicales de hace medio siglo. Desde hace un año, luego de despedir a los jefes de RRHH locales y reemplazarlos por gerentes brasileros ha comenzado una política de ajuste en el plantel muy similar a la que Paolo Rocca lleva adelante en Techint. Entre otras cosas, tienen la obsesiva política de neutralizar la representación sindical dentro de la planta. La tradición local de defensa de los derechos sindicales se mantiene a lo largo del tiempo.
A pocos días del fallecimiento de su líder histórico Alberto Piccinini, emblema villense de la lucha sindical, la patronal vuelve a la carga contra los trabajadores abriendo viejas heridas en la memoria colectiva. “No hay, al decir de Silvio Acosta y Matías Rufini, miembros de la comisión interna de planta, ningún motivo para despedir a un trabajador por tener accidentes reiterados en una máquina que funciona mal y no es reparada”. “La cuestión es política y lo persiguen por haber sido delegado de su sector. Walter Valiente, el trabajador despedido clama por su reincorporación y la empresa juega a mostrar los dientes por la denuncia de la comisión interna sobre los aumentos de contagios de coronavirus y las fallas en los protocolos que aplica la firma”.
El conflicto estalla cuando no ha llegado aún a conocimiento de la conducción nacional de la UOM y el Ministerio de Trabajo de la Nación aún no ha tomado cartas en el asunto. Por otro lado, está la reiteración de este tipo de sanciones en grandes empresas ligadas a grupos brasileros, como sucedió hace dos años en Loma Negra (la firma Camargo Correa) o en Rosario con la firma “Electrolux”. Los sindicalistas llaman a esta práctica “bolsonarización” de la política laboral y entra en colisión con la protección sindical existente en nuestro país.
Se espera para los próximos días la intervención de Antonio Caló y la mediación del Ministerio de Trabajo para evitar los paros y la escalada de sanciones por parte de la multinacional Mittal.
Ante la reactivación económica, el crecimiento de la construcción, de la industria automotriz y de la maquinaria agrícola ambas firmas (Acindar Mittal y Techint) prevén un importante crecimiento del volumen de producción y se preparan para enfrentarlo con planteles mínimos y aumentar su productividad a costa de los puestos de trabajo. Para ello es clave el control del personal y la neutralización de los reclamos acumulados. La vieja fórmula repetida de conflictos provocados para derrotar los reclamos se enfrenta a una nueva generación de trabajadores con una importante tasa de sindicalización. Un conflicto no resuelto a tiempo tiende a escalar indefinidamente.
Victorio Paulón fue secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Seccional Villa Constitución y es dirigente de la CTA de los Trabajadores.
Artículo publicado el 8 de junio de 2021 en Rosario/12, suplemento regional del diario Página/12.