Amsafe revela que existe “un fuerte malestar” y “angustia” en los equipos docentes. “Eso es lo que más pesó en la votación por el rechazo a la propuesta provincial”, sostuvo Mónica Romero, delegada seccional adjunta de Amsafe Constitución.
Este lunes se concretó la primera jornada del paro de 48 horas dispuesto por la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe) para los días 15 y 16 de marzo, una medida que postergó el inicio del ciclo lectivo en las escuelas públicas de la provincia.
Mónica Romero, delegada seccional adjunta de Amsafe Constitución, consideró que “lo que más pesó en esta votación de rechazo a la propuesta fue el malestar que hay en los docentes debido a las pautas poco claras que nos llegan desde el Ministerio”.
Señaló que esas situaciones ya se habían verificado el año pasado. “Hubo marchas y contramarchas que se sumaban a la angustia que todos y todas sentíamos por esta pandemia; eso ya fue generando un malestar. Profesores y maestros nos pusimos la escuela al hombro, utilizamos nuestra tecnología en lugares donde a veces no llegaba internet, había pocos megas o se cortaba en medio de una clase. Todo eso fue generando una angustia más profunda que trasciende la cuestión del poder adquisitivo. Es algo que queremos contarles para que se tenga en cuenta”, dijo Romero en una conferencia de prensa que Amsafe Constitución ofreció este lunes en su sede sindical.
“El Ministerio nos decía ‘vamos a hacer esto’ y, cuando nosotros ya lo teníamos resuelto nos decía ‘no, no… mejor vamos a hacer esto otro’; entonces había que volver a planificar. Y lo mismo está sucediendo ahora con el inicio del ciclo lectivo, donde no todas las escuelas están preparadas para que podamos regresar a las clases”, indicó la dirigente gremial.
Agrego que “todo eso genera un malestar importante y por eso queremos que desde el Ministerio lleguen pautas claras de una vez, que no haya contradicciones permanentes”.
“El año pasado llegó la pandemia y tuvimos que ponernos la escuela al hombro. Eso hicimos, aunque todavía tenemos que estar escuchando que ‘se reinician las clases”, cuando nunca se terminaron las clases. Y no solamente dimos clases en cuanto a conocimientos científicos sino que los padres nos llamaban para decirnos que no tenían para comer. Ahí también salió la escuela a proveer a esos chicos cuyos padres no tenían trabajo por la pandemia”, declaró Romero.
La delegada seccional adjunto consideró que la angustia de todo el equipo docente se verificó en las votaciones. “A lo mejor es poco lo que haya que ajustar en la propuesta salarial, pero lo más importante sería que organicen bien todo y entonces nosotros vamos a poder dar clases”, dijo.
Finalmente aclaró que los docentes comprenden la impaciencia de los padres por el regreso a la presencialidad. “Vamos a empezar pero es mejor que empecemos todos contentos y podamos transmitir la alegría que es necesaria para que se produzca el proceso de enseñanza-aprendizaje”, indicó.