El Tribunal Oral Federal Nº 3 de Rosario condenó este miércoles a Alan Van Brook, uno de los organizadores de la fiesta electrónica realizada el 31 de diciembre de 2016 en el complejo Punta Stage de Arroyo Seco, a 4 años y 6 meses de prisión efectiva por facilitar la venta de estupefacientes en el evento. La sentencia llegó más de ocho años después de la tragedia que cobró la vida de Giuliana Maldovan (20) y Lucas Liveratore (34), quienes fallecieron intoxicados por el consumo de drogas sintéticas adquiridas durante la fiesta.
Los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Eduardo Rodrígues Da Cruz absolvieron al resto de los acusados, entre los que se encontraban Gino Piazzese Scaglia —socio de Van Brook en la empresa organizadora Live Art Producciones—, Germán Pablo Dalinger —responsable del predio— y el entonces intendente de Arroyo Seco, Nizar Esper. El único otro condenado fue Esteban Gómez, encargado operativo del lugar, quien aceptó un juicio abreviado y recibió una pena de 3 años de prisión condicional.
La investigación demostró graves fallas en la organización del evento, que reunió a miles de personas en condiciones inseguras. Testigos y peritos destacaron la falta de controles en el ingreso, la escasez de puestos de hidratación, la ausencia de agua en los baños, la ventilación insuficiente y la sobrepoblación del lugar. Además, solo había un centro sanitario y personal de seguridad reducido, lo que imposibilitó una respuesta adecuada ante las emergencias.
Se constató que los organizadores obtuvieron un permiso especial para que pudieran ingresar 3.200 personas a la fiesta, aunque se estima que el número de asistentes superó los 4.000. En el fallo, los jueces no hicieron lugar al pedido de inhabilitación de Punta Stage.
El fiscal Federico Reynares Solari, que había solicitado condenas para los cuatro imputados, consideró “positivo” el fallo porque el tribunal reconoció el delito de facilitamiento de drogas. Según las pruebas, Van Brook mantuvo conversaciones con una persona luego condenada por narcotráfico, a quien invitó a la fiesta para comercializar sustancias. Sin embargo, el veredicto dejó sin castigo a otros posibles responsables de las irregularidades que contribuyeron a la tragedia.
Muchos jóvenes que asistieron aquella noche a la fiesta siguen recordando el caos, el miedo y la falta de asistencia adecuada. La tragedia de Punta Stage se convirtió en un símbolo de la falta de regulación efectiva en este tipo de eventos masivos. Los fundamentos del fallo se darán a conocer el próximo 3 de julio.