María Laura Campetella, coordinadora del programa Fruteá tu Escuela, habló de la magnitud alcanzada por la iniciativa nacional que incluye un concurso orientado a alentar el consumo de frutas y verduras del que están participando más de 50 mil niños, niñas y adolescentes de distintos puntos del país.
“Se trata de una articulación público privada que nació en 2018 con la intención de aportar o colaborar al cambio de hábito para que tanto niños, niñas y adolescentes vuelvan a incorporar más fruta en su alimentación cotidiana, pero fundamentalmente y específicamente en el horario del recreo en la escuela”, expresó Campetella en diálogo con la agencia de noticias Télam.
Precisó que en 2017 observaron, a partir de la demanda de la empresa Tropical Argentina, que se podía pensar “en alguna acción de tipo promocional que buscara cambiar los hábitos alimentarios de los niños y adolescentes” corriéndose de los mensajes tradicionales.
“Habida cuenta de los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de la Encuesta de Consumo de los Hogares, que nos mostraban cómo año a año el consumo y la ingesta de frutas y verduras viene decayendo. De hecho, si nosotros solamente tomamos los últimos veinte años, vemos que consumimos un 41% menos de frutas”, indicó.
En ese contexto, contó la especialista, “nació Fruteá Tu Escuela como una acción que lo que buscaba era ser una oportunidad, una herramienta, una motivación para que en el marco del aula niños y adolescentes trabajaran acerca de esta pregunta no de ¿por qué comer fruta está bueno y por qué no lo hacemos más habitualmente?”.
“A partir de ahí se armó esta estrategia en formato concurso, en donde todos los años les preguntamos o emitimos diferentes disparadores a modo de consigna para que las escuelas trabajen y resuelvan y luego presenten un producto final que entra en una competencia nacional”, relató.
Agregó que este año invitaron a las escuelas a trabajar y a festejar en torno a los 40 años de democracia y los y las participantes eligiesen su fruta candidata. “Esa fruta que es la mejor, la ideal para llevar al aula, para acompañar la jornada escolar, ya sea porque es más rica, porque es práctica porque los llena más entonces o porque creían que representa, quizás mejor su escuela o la argentinidad”, describió.
Campetella expresó especial satisfacción por contar con un registro de “más de cincuenta mil niños y adolescentes participando porque los equipos se arman de hasta 10 alumnos con una docente o un docente a cargo”.
“En la votación de los trabajos va a haber nueve escuelas ganadoras en todo el país, tres por cada nivel educativo. De esas nueve escuelas ganadoras, seis son elegidas por un jurado experto por funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación, de la Secretaría de Agricultura, del INTA, de la Federación Nacional de Mercados Mayoristas Frutihortícolas y también de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios”, indicó.
Modalidades de participación
Nivel Inicial: Bandera frutal
Elegir la mejor fruta para llevar a la escuela y dibujarla o pintarla en una bandera, incluyendo su nombre y dos razones para votarla.
Primaria: Video Jingle de campaña
Grabarse en video para cantar una pieza musical que invite a votar por su candidata, a través de un juego de palabras y un ritmo pegadizo. El video debe incluir fruta real.
Secundaria: Spot de campaña
Armar una publicidad en formato video que presente a su candidata y explicite las razones para elegirla como la fruta de los argentinos. El video debe incluir fruta real.
Premios de Fruteá tu Escuela
El calendario del concurso indica que hasta el 23 de octubre se puede votar a los proyectos participantes y el 1 de noviembre se dará a conocer el equipo ganador, de cada categoría.
Entre los premios que otorgará la marca organizadora del concurso, los chicos pueden ganar fruta por un año para toda la escuela. Tablets y kits escolares: Cada niño o niña ganadora se llevará un completo kit escolar y una Tablet. Una heladera exhibidora, para los equipos que hayan enviado al momento de la inscripción la Carta compromiso del kiosquero, en la que se compromete a utilizar la heladera para almacenar frutas en esa escuela.
