En un contexto de sequía y quemas intencionales sin pausa, el ambientalista Jorge Bártoli es determinante: «No hay margen para ser optimistas».
Este miércoles 11 de enero, la altura hidrométrica del río Paraná frente a la ciudad de Villa Constitución es de 0,35 metros, confirmando una tendencia de pronunciado descenso en las últimas semanas.
La bajante del río Paraná es “extremadamente preocupante” e incluso el descenso de su caudal “podría ser más pronunciado”, ya que informes oficiales “no anticipan eventos meteorológicos” que logren revertir la situación en los próximos dos meses.
Así lo aseguró el ambientalista Jorge Bártoli, de la organización El Paraná No se Toca, en declaraciones al portal de noticias Rosario Plus. “Volvemos otra vez a esa situación de hace tres años, de bajante muy pronunciada por la falta de lluvias importantes en la zona, cuestión que además, conspira al momento de apagar los focos de incendios en las islas”, dijo.
“La situación es extremadamente preocupante y según los últimos informes del Instituto Nacional del Agua (INA), no dan cuenta de eventos meteorológicos que puedan revertir la situación en los próximos dos o tres meses”, aseveró.
Frente a este cuadro, Bártoli dijo que se hace “evidente y necesaria la creación de un Comité de Cuencas Internacional, que analice y coordine acciones sobre la erogación de aguas río arriba, de las represas que siguen regulando los caudales”.
“El último repunte del Paraná en Rosario fue a fines de noviembre y principios de diciembre, cuando superó los tres metros de altura”, recordó el ambientalista. “Eso resultó útil para que ingresaran a lagunas interiores del delta especies de sábalos que desovaron y volvieran a generar el ciclo reproductivo”, consideró, para luego agregar que “ahora, por la sequía y la bajante, esas lagunas se secaron, los sábalos no podrán completar su ciclo reproductivo y todos desaparecerán”.
Bártoli añadió que en ese marco de bajante y sequía “los incendios en las islas continúan, eso es todo el tiempo, y esta última semana, se pudieron ver columnas de fuego frente a Rosario”.
“La situación de bajante del río y la sequía vuelve a ser tan preocupante como la que estuvimos viviendo el año pasado y anteriores. Lamentablemente, no hay margen para ser optimistas”, finalizó.