Un estudio de la Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef da cuenta del descenso promedio de unos 10 puntos porcentuales durante la pandemia en la tasa de vacunados sobre la población destinataria en las dosis que entran en el cronograma oficial.
En 2020 ninguna vacuna del Calendario Nacional superó el 80% de cobertura a nivel país, lo que implica “un incremento sustancial de individuos susceptibles” que generan un escenario que “predispone y favorece la aparición de brotes, reemergencia o reintroducción de enfermedades”, concluyó un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef.
Se trata del Primer Informe Especial realizado por el Observatorio de la Infancia y Adolescencia, un ente autónomo creado por la SAP y Unicef -cuyos resultados completos fueron presentados hoy- en el que se describieron y analizaron los indicadores de coberturas de vacunación de niños, niñas y adolescentes de Argentina durante el período 2015-2020.
Como resultado del impacto de la pandemia, el informe señaló que durante 2020 se registró un descenso promedio de 10 puntos en las coberturas nacionales de todas las vacunas respecto al promedio 2015-2019.
“En el año 2020, ninguna vacuna del Calendario Nacional ha superado un valor del 80% de cobertura a nivel país, lo que implica un incremento sustancial de individuos susceptibles que, acumulados con los susceptibles de años previos, generan un escenario que predispone y favorece la aparición de brotes, reemergencia o reintroducción de enfermedades prevenibles por vacunación (EPV) que se encuentran controladas o eliminadas en nuestro país”, alertó el documento.
Al desglosar por grupo etario, a nivel país en 2020 las coberturas de vacunación en menores de un año registraron una caída de 19 puntos al comparar con el año 2015 y de 8 puntos en comparación con el año 2019, y se estimó que durante ese año 160 mil niñas y niños de este grupo etario no completó el esquema primario de las vacunas contra la Poliomielitis y la quíntuple (Coqueluche-Difteria-Tétanos-Hib-Hepatitis B).
Este proceso de descenso de la cobertura en los menores de un año -al igual que en los otros grupos etarios- si bien se profundizó con la pandemia, era previo.
Según el informe, en los menores de un año las coberturas de vacunación eran inferiores al 90% contra la poliomielitis desde 2016 y con vacuna quíntuple desde 2017.
El trabajo destacó que “las coberturas durante el segundo año de vida también registran una tendencia sostenida en descenso y en 2020 muestran una caída de 6 puntos para neumococo y 11 puntos para sarampión en comparación con el año 2015”.
En cuanto a la cobertura al ingreso escolar con la vacuna triple viral también se encuentra en descenso “mostrando en 2020 una caída de 15 puntos en comparación con el 2015 y de 12 puntos con el año 2019”.
El informe señaló que “ninguna de las vacunas aplicadas antes de los dos años de vida o al ingreso escolar alcanzaron coberturas óptimas en los últimos 5 años, a excepción de la vacuna triple viral que alcanzó las coberturas esperadas en los años 2014 y 2018 coincidente con las campañas de vacunación de seguimiento contra sarampión y rubéola”.
En relación el sarampión, se estimó que durante 2020 147 mil niñas y niños de un año no recibieron la dosis correspondiente, lo mismo que 215 mil niñas y niños en edad escolar.
Si bien Argentina es un país libre de circulación del virus sarampión, Brasil continúa con un brote activo de esta enfermedad en el norte y junto con Venezuela son países endémicos en nuestra Región.
En este contexto, el documento destacó que para continuar siendo un país libre de circulación de sarampión es importante “alcanzar una cobertura del 95% con dos dosis de vacuna triple viral”.
En relación a las y los adolescentes, el informe indicó que presentaron sus mejores coberturas en los años 2017-2018 registrando una caída promedio en el año 2020 de 10 a 15 puntos con VPH (virus del papiloma humano) y dTpa (triple bacteriana acelular: difteria, tétanos, coqueluche), en comparación con el 2019.
En 2020 el informe estimó que 193 mil mujeres y 220 mil varones adolescentes de 11 años no recibieron la segunda dosis de la vacuna contra el VPH y 208 mil adolescentes de ambos sexos no recibieron la dTpa.
Al hacer un análisis por región, “las coberturas muestran brechas de más de 10 puntos en algunos casos”.
“La región de Cuyo muestra las mejores coberturas en la población de menores de 2 años y la de ingreso escolar. En contraposición la región Centro, la más densamente poblada de nuestro país, informa las menores coberturas en los últimos años”, indicó el documento.
En cuanto a la población adolescente el trabajo observa que se mantienen las brechas pero son menores: “La región Sur presenta las mayores coberturas y la región Cuyo las menores. En todas las regiones se observan diferencias entre las coberturas de vacunación alcanzadas con triple bacteriana acelular y con VPH a favor de la primera”, detalló el informe.
Como conclusión final, los autores señalaron que “se deben realizar los máximos esfuerzos para mejorar y mantener coberturas adecuadas y homogéneas en todo el territorio nacional”.
“Los principales riesgos asociados a la baja en las coberturas son la reemergencia de viejas enfermedades eliminadas en la región (polio, tétanos neonatal, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita) y el aumento de casos de las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva (hepatitis A, enfermedades invasivas por Hib, coqueluche, difteria, tétanos)”, concluyeron.
Como propuestas para mejorar la cobertura, SAP y Unicef recomendaron “aprovechar cada contacto de los pacientes con el sistema de salud para controlar los esquemas de vacunación e iniciar y completar esquemas focalizando en los menores de 18 meses, al ingreso escolar y a los 11 años; coordinar acciones desde los centros de salud con las escuelas; y contactar a las personas empleando los registros nominales de vacunación o listas de pacientes por profesional o centro de atención”.
También sugirieron promover la capacitación continua de profesionales, difundir información clara, oportuna y adecuada al conocimiento de la comunidad no médica; y promover herramientas para facilitar la indicación de esquemas de recupero de esquemas.